Los costes del veterinario pueden variar mucho en función de la visita. ¿Quieres saber cuánto te va a costar el veterinario? Te lo contare en el siguiente artículo que os escribo en “plan llorón” para que tratéis de entenderlo-entenderme.
La mayoría de la gente toma conciencia de cuánto cuesta una visita al veterinario cuando, valga la redundancia, visita al veterinario. Mientras no has tenido la necesidad de llevar a tu perro o gato a la consulta, más allá de las vacunas pertinentes, probablemente sea algo en lo que no has pensado demasiado. Ahora bien, los costes del veterinario pueden variar mucho en función de la visita, de lo que le ocurra a tu mascota. Si quieres saber cuánto te va a costar el veterinario, te lo trato de contar en este artículo.
Una mascota supone un gasto económico
De cara a tener una mascota hay que preveer todo: vacaciones, coche, pienso….VETERINARIO.
“No tengo dinero para el veterinario”. Entonces, alma de cántaro, ¿por qué tienes perro? Aunque suene duro….pero es asi.
El veterinario, ¿es caro?
Nadie quiere ni piensa que su perro o su gato puedan sufrir algún percance o ponerse enfermos. Nadie cae en ello hasta que le duele el bolsillo y comprueba cuánto cuesta una visita al veterinario. Los gastos veterinarios pueden ir más allá de las vacunas o revisiones que le tocan a tu mascota cada ‘x’ tiempo. En algún momento puede necesitar una analítica, una radiografía o incluso operarse de una pata porque se le ha roto, por ejemplo. Todo eso cuesta dinero y resulta que algunas personas sueltan aquello de “el veterinario es muy caro”. Pero, “¿muy caro en comparación con qué?”
Ocurre una cosa: las personas en España no estamos acostumbradas a pagar por nuestra salud. En nuestro país contamos con una sanidad pública y pagar por la salud de un perro o gato puede ser… extraño para algunos. Has de tener claro que, igual que en ocasiones vas un médico privado en lugar de acudir a la Seguridad Social, la medicina veterinaria es un servicio privado al que accedes por el bien de tu perro o gato. Además, a esto hay que añadirle un dato importante que se suele olvidar: los servicios veterinarios cuentan con el 21% de IVA en España.
El precio del veterinario, con el 21% de IVA
En septiembre de 2012 entró en vigor el R. D. Ley 20/2012 sobre IVA aplicable a los servicios veterinarios, que cambió este del 10% que se venía pagando al 21%. En ese momento, la mayoría de los centros veterinarios asumimos esa subida que salía directamente de sus beneficios para no tener que subir el precio de los servicios a los clientes. O sea, la mayor parte de las clínicas veterinarias de España decidieron responsabilizarse de esa subida del 11% para no perjudicarte ni a ti ni a tu mascota.
Las mascotas, al contrario que otros países europeos, están consideradas en nuestro país como objetos, y por tanto, todo lo relativo a ellas tributa a once puntos más. Esto es lo que sucede con los veterinarios, que tributamos al 21% de IVA, a diferencia de los médicos, los dentistas, los oftalmólogos, o cualquier otra profesión sanitaria, que tributan al 4% de IVA o incluso están exentos de pagarlo.
El precio medio de una consulta
¿En qué se traduce esto para el paciente-cliente? Si una consulta veterinaria te cuesta una media de 35 euros, por ejemplo, “Hacienda recauda de manera directa 7,35 euros de la misma, quedando para el centro veterinario 27,65 euros a los que hay que quitar todos los gastos de una consulta veterinaria: material usado como agujas, jeringas ,gasas, luz, agua, alquiler del local etc etc… Todo eso sigue restando a los 27,65.
Lo barato sale caro
Si quieres lo mejor para tu mascota, no te importará cuánto cuesta la visita al veterinario. Querrás acceder a materiales de calidad y profesionales que le traten como se merece y eso, amigos, hay que pagarlo. Es fácil: si consideras a tu perro, tu gato, tu cobaya, loro, ¡el ser vivo que sea!, un miembro más de tu familia, lo lógico es que quieras los mejores cuidados para él. Por ello, la medicina veterinaria cada día exige mayor compromiso, mayor conocimiento y un mayor rendimiento de cara a nuestros pacientes y clientes.
Tener una mascota en casa conlleva una responsabilidad. No se trata solo de cuántas veces hay que sacar al perro a la calle, de los cuidados que necesita un gato o una cobaya, o el pienso del loro. Hay que valorar si como unidad familiar puedes asumir el gasto de tener a ese bicho –siempre en sentido cariñoso– revoloteando en casa. Porque cuando nos duele el bolsillo, es cuando vienen los problemas que pueden comenzar por desatender a la mascota y acabar con el animal abandonado por pura irresponsabilidad. Y nadie quiere eso, ¿verdad?
Un saludo
Carlos Quintana