Una de las principales causas de ceguera en los perros son las cataratas. La buena noticia es que esta condición puede tratarse mediante una cirugía que devolverá la visión a nuestra mascota.
¿Qué pasa exactamente cuando mi perro tiene cataratas?
Cuando se forma una catarata, el cristalino, una lente que hay dentro del ojo, pierde su transparencia y se torna blanco. Entonces la pupila deja de verse negra para verse blanquecina. Esto es aún más evidente cuando no hay mucha luz, puesto que la pupila es más grande en estas condiciones y la catarata se ve mejor.
Cuando la catarata afecta completamente al cristalino impide la visión del ojo. Aun así, si solo afecta a un ojo nuestra mascota aun podrá desenvolverse bien y es posible que pase inadvertida. Sin embargo, la catarata causa inflamación en el ojo, que a la larga suele desembocar en otras enfermedades como el glaucoma, que no solo ciegan al ojo si no que producen dolor, y llegan a causar la pérdida del ojo. Por este motivo es importante saber reconocer cuando hay una catarata para poner remedio lo antes posible.
¿Siempre se quedan ciegos los perros?
Cuando las cataratas afecten al cristalino de los dos ojos por completo el animal quedara ciego. Veremos que nuestra mascota tropieza, choca con obstáculos, o en ocasiones no querrá moverse. La mayoría de las veces las cataratas afectan a ambos ojos, aunque no siempre al mismo tiempo.
¿Qué se puede hacer?
En caso de tener una catarata, realizaremos un estudio completo del ojo de su mascota para comprobar que no haya ninguna otra patología ocular.
En caso de ser así, realizaremos analíticas sanguíneas para comprobar que el animal no sea diabético, puesto que es una importante causa de cataratas, aunque la mayoría ocurren de forma aislada, por factores genéticos. Entonces comenzaremos el tratamiento más adecuado para disminuir la inflamación que causa la catarata para así preparar el ojo para la cirugía.
¿Se pueden operar? ¿En qué consiste la cirugía?
La cirugía de cataratas consiste en una microcirugía de facoemulsificacion; tras preparar y anestesiar al paciente, se coloca bajo un microscopio quirúrgico que permite al cirujano operar en un espacio tan reducido y tan delicado como es el ojo, y controlar así al milímetro toda la intervención. A través de una incisión de 2,8 milímetros se disuelve y aspira la catarata con una máquina llamada facoemulsificador (usada también para operar cataratas en personas), y posteriormente se implanta en su lugar una lente artificial para realizar la función del cristalino que ha sido extirpado. De esta forma devolvemos la visión a nuestro paciente, que muchas veces despiertan de la anestesia viendo, después de haber estado en muchos casos meses ciegos.
Si piensas que tu mascota pueda tener cataratas … no esperes más y contacta con nosotros y te pondremos en contacto con un buen oftalmologo…… tu mascota te lo agradecerá